El concepto desde el cual se concibe 'en concreto' plantea al PROCESO como un camino de indagación permanente donde la conexión con la MATERIA es la fuente de inspiración. Los PROCEDIMIENTOS manuales de elaboración permiten el contacto directo con la materia, la exploración constante, la búsqueda de nuevos conocimientos. De esta manera el PROCESO lleva implícito la posibilidad de desarrollo y evolución en el tiempo, no como algo cerrado y estático, sino por el contrario como un camino siempre abierto y dinámico que se construye en base a los conocimientos que aporta la experimentación. 

En la cultura de lo inmediato, lo veloz y lo estandarizado, el arte del TRABAJO MANUAL reivindica el valor de la pausa, la importancia del tiempo y la impronta personal. Porque TRANSFORMAR la materia con las manos es una experiencia maravillosa que conlleva una duración, donde nos conectamos con la realidad y con lo más interno de nosotros mismos. Las manos se constituyen en órganos del espíritu, puentes del alma, instrumentos divinos para crear, materializar, manifestar y expresar nuestro ser interno y entregarlo con amor a los demás. 

De esta manera, con CADA PIEZA se emprende un proceso personalizado y detallado que va desde conocer e interiorizarse en los requerimientos de cada persona, indagar las características y necesidades del espacio disponible para poder así pensar y DISEÑAR esa pieza especial. Y proceder luego a la PRODUCCIÓN de la misma con el armado de moldes y encofrados, su hormigonado, secado, desencofrado, lijado e  impermeabilizado, para una vez terminada entregarla y asesorar en cuanto a su uso y colocación. Un PROCESO que implica tiempo y dedicación, con un trato personalizado, haciendo así que cada pieza resultante sea única, con el valor agregado de lo hecho a mano.